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TRATAMIENTO PSICOPEDAGÓCICO PARA NIÑOS/ADOLESCENTES CON TDAH

La intervención psicopedagógica en niños con TDAH persigue la modificación y ajuste del proceso de aprendizaje escolar.

Los niños y adolescentes con TDAH necesitan un programa de aprendizaje individualizado en la escuela, que recoja los aspectos académicos, de interacción social y de conducta. Estos programas pueden (y deberían incluir) adaptaciones en el aula, entrenamiento para docentes, técnicas de modificación de conducta y otras estrategias de manejo del TDAH en el aula (aplicación de normas y límites, presentación de las tareas, sistemas de evaluación del alumno con TDAH, etc.)


¿EN QUÉ CONSISTE LA REEDUCACIÓN PSICOPEDAGÓGICA?


La reeducación psicopedagógica es un refuerzo escolar individualizado que se lleva a cabo durante o después del horario escolar y que tiene como objetivo paliar los efectos negativos del TDAH en el niño o adolescente que lo presenta, en relación a su aprendizaje. Se trabaja sobre la repercusión negativa del déficit de atención, la impulsividad y la hiperactividad en el proceso del aprendizaje escolar.

Debe incluir acciones encaminadas a:

• Mejorar el rendimiento académico de las diferentes áreas, las instrumentales y aquellas más específicas para cada curso escolar.

• Trabajar los hábitos que fomentan conductas apropiadas para el aprendizaje (como el manejo del horario y el control de la agenda escolar) y las técnicas de estudio (prelectura, lectura atenta, análisis y subrayado, síntesis y esquemas o resúmenes).

• Elaborar y enseñar estrategias para la preparación y elaboración de exámenes.

• Mejorar la autoestima en cuanto a las tareas y el estudio, identificando habilidades positivas y aumentando la motivación por el logro.

• Enseñar y reforzar conductas apropiadas y facilitadoras de un buen estudio y cumplimiento de tareas. 

• Reducir o eliminar comportamientos inadecuados como conductas desafiantes o malos hábitos de organización.

• Mantener actuaciones de coordinación con el especialista que trate al niño o adolescente y con la escuela para establecer objetivos comunes y ofrecer al docente estrategias para el manejo del niño o adolescente con TDAH en el aula.

• Intervenir con los padres para enseñarles a poner en práctica, monitorizar y reforzar el uso continuado de las tareas de gestión y organización del estudio en el hogar

En niños y adolescentes con TDAH, se recomienda un tratamiento individualizado y específico de enseñanza en habilidades y competencias académicas.


¿QUÉ ADAPTACIONES SON RECOMENDABLES PARA ESTOS NIÑOS EN EL CONTEXTO ESCOLAR?


La intervención que se lleve a cabo desde la escuela debe contemplar las adaptaciones que se consideren necesarias, entre las que deberían figurar algunas o todas de las siguientes:


• Utilizar técnicas de modificación de conducta: reforzamiento positivo, sistemas de economía de fichas, modelado, extinción, coste de respuesta, técnica del tiempo- fuera, sobrecorrección, etc.

• Enseñar al niño o adolescente técnicas de entrenamiento en autocontrol, resolución de problemas, entrenamiento en habilidades sociales o técnicas de relajación. 

• Definir claramente y de forma conjunta con el niño o adolescente los objetivos a corto y largo plazo, tanto los que refieren a los contenidos curriculares como a su comportamiento en la escuela.

• Adecuar el entorno y controlar el nivel de distractores en el aula, situando al niño o adolescente en un lugar donde pueda ser supervisado fácilmente y alejado de los estímulos que le puedan distraer.

• Ajustar las tareas y expectativas a las características del niño o adolescente reduciendo, si fuera necesario, el nivel de exigencia o simplificando las instrucciones que se le dan para llevar a cabo las tareas, mediante instrucciones breves, simples y claras.

• Adecuar las formas de evaluación, modificando la manera de administrar y evaluar las pruebas y exámenes.

• Complementar las instrucciones orales con instrucciones y recordatorios visuales.

• Ofrecer al niño o adolescente sistemas de ayuda para el control diario de sus tareas y el cumplimiento de trabajos a corto y largo plazo (control de la agenda, recordatorios, etc.).

• Procurar un adecuado nivel de motivación en el alumno ofreciendo retroalimentación frecuente sobre sus mejoras en el comportamiento y su esfuerzo.